Fotoperformance y video
Febrero de 2016.
Lavarse las manos con barro como un ritual iniciático de memorias superpuestas. Secarse sin quitarse las huellas históricas, las cargas matéricas, los rastros ancestrales.
Deleuze sostiene que, estando dentro del acontecimiento, la memoria consiste esencialmente en no salir, en permanecer, y en remontarlo por dentro.
Sin embargo sabemos que la memoria es evanescente y frágil. Por momentos se evapora como agua de olvido, escribe Juan José Saer.
Es extraño reconocerlo pero al mismo tiempo que aceptamos que se recuerda por fragmentos, de manera débil y casi efímera, asumimos que deja huellas profundas, marcas indelebles, que nos permiten permanecer en el acontecimiento.
Febrero de 2016.
Lavarse las manos con barro como un ritual iniciático de memorias superpuestas. Secarse sin quitarse las huellas históricas, las cargas matéricas, los rastros ancestrales.
Deleuze sostiene que, estando dentro del acontecimiento, la memoria consiste esencialmente en no salir, en permanecer, y en remontarlo por dentro.
Sin embargo sabemos que la memoria es evanescente y frágil. Por momentos se evapora como agua de olvido, escribe Juan José Saer.
Es extraño reconocerlo pero al mismo tiempo que aceptamos que se recuerda por fragmentos, de manera débil y casi efímera, asumimos que deja huellas profundas, marcas indelebles, que nos permiten permanecer en el acontecimiento.